miércoles, 9 de julio de 2008

"No se puede ser un país independiente sin ser una nación desarrollada económicamente"



Mientras que la Presidenta aseguró que "no hay posibilidades de ser independientes si la Argentina no es una nación desarrollada económicamente", el gobernador José Alperovich destacó a la prensa el apoyo que recibió de la Nación.
"La reconstrucción de Tucumán llevará tiempo y, para eso, siempre es importante el gobierno nacional. La Presidenta le dio una especial importancia a este 9 de julio. La prueba es que vinieron más de 100 invitados con ella", destacó el mandatario.
El gobernador insistió en que "es un halago para Tucumán que la Presidenta haya estado en la provincia dos veces en menos de una semana", teniendo en cuenta que el 1 del corriente Fernández de Kirchner encabezó la cumbre de Jefes de Estado del Mercosur.
Cuando arribó, a las 12.54, la Presidenta fue recibida por el gobernador -que estaba acompañado por su esposa, la diputada Beatriz Rojkés, y por los mandatarios salteño, Juan Manuel Urtubey, y jujeño, Walter Barrionuevo-; luego se dirigió en helicóptero hasta la Casa de Tucumán y posteriormente fue la única oradora de un acto en el Hipódromo provincial.
Antes de hablar en el Hipódromo, la jefa de Estado pidió un minuto de silencio por Juan Valdez (54 años), que murió tras desplomarse una de las tribunas móviles que se había montado, hecho por el que varias personas debieron ser hospitalizadas.
La jefa de Estado estuvo acompañada por los ministros Aníbal Fernández (Justicia), Florencio Randazzo (Interior), Nilda Garré (Defensa), Julio de Vido (Planificación Federal) y Alicia Kirchner (Desarrollo Social), además de por los legisladores Eduardo Fellner, José Pampuro y Agustín Rossi, entre otros.
Los actos habían comenzado a las 9, cuando Alperovich encabezó el izamiento de la bandera en la explanada de la Casa de Gobierno, desde donde se dirigió a pie hasta la Iglesia Catedral, ubicada a 100 metros, trayecto durante el cual saludó a la gente que se había congregado en la vereda de la plaza Independencia.
En el tradicional Tedéum, el arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Villalba, recordó que "el espíritu de consenso es un bien común que nadie puede poner en peligro por ninguna clase de intereses, aunque parezcan legítimos" e instó a todos los sectores de la sociedad a "conseguir la convivencia en paz".
"Es relativamente fácil conseguir la convivencia en paz, siempre que desde el poder -político, eclesial, económico y social- se dé un ejemplo de concordia y sepa utilizarse el diálogo sincero y honrado. Hay muchas más cosas que nos unen", aseguró el sacerdote durante la homilía.
Como sucede desde 1991, como consecuencia de un decreto presidencial, los 9 de julio de cada año y durante todo el día Tucumán es capital de la república, motivo por el que el jefe de Estado encabeza en la provincia los actos oficiales por el Día de la Independencia.
La Casa de Tucumán, ubicada a sólo tres cuadras de la Casa de Gobierno, en el centro de la capital provincial, es una casona de estilo colonial que pertenecía a Francisca Bazán de Laguna, que la cedió para que en ella tuviera lugar el Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Del solar lo único que se conserva de la época es el Salón de la Jura, donde fue declarada la independencia, y sobresalen los altorrelieves creados por la escultora tucumana Lola Mora, en 1903, que revalorizan hechos trascendentes de la historia argentina y que están ubicados en la parte trasera de la casa.

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